Nuestra piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Es el medio de contacto con el exterior y nuestra barrera de protección ante microorganismos y gérmenes. A través de ella sentimos el mundo, las caricias, el viento, el calor, a nuestros seres queridos, a nuestras mascotas y sí… hasta la contaminación.
La contaminación ambiental es uno de los peores enemigos de nuestra piel, porque acelera la su edad biológica, es decir, aumenta la generación de radicales libres que favorece la aparición de arrugas y falta de firmeza; se reducen los niveles de vitamina E y C, los cuales son antioxidantes naturales de nuestra capa córnea; también hace que disminuya el aporte de oxígeno a los tejidos, dando como consecuencia un rostro apagado, un rostro sin luz.
En busca de la piel “perfecta” y luminosa, además de una sana alimentación, debemos tener en cuenta nuestra genética, nuestro estilo de vida, constancia en tratamientos preventivos cosméticos, los cuales deben ser ricos en antioxidantes y activos naturales de acuerdo a nuestro tipo de piel, pero otro factor bastante importante a considerar es la calidad de aire donde vivimos.
Para lograr ese glow natural que muchos buscamos, de acuerdo a nuestra experiencia en Mohini Cosmética Natural, te aconsejamos hacer los siguientes hábitos:
- Limpieza
Es vital realizar una buena limpieza dos veces al día, en la mañana y en la noche antes de dormir para eliminar toxinas y suciedad acumulada. Los agentes contaminantes son pequeñas partículas conformadas por monóxido de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y sustancias tóxicas invisibles de un tamaño 20 veces menor que nuestros poros, los cuales se depositan sobre nuestra piel y penetran en ella fácilmente llegando a las capas más profundas y tapando poros. Así que te maquilles o no, es crucial tener una buena higiene con productos adecuados a tu tipo de piel y que respeten la barrera hidrolipídica, libres de sulfatos y que tengan un pH justo.
Recuerda que una piel limpia, es una piel que “respira” y absorbe mejor los productos preventivos de hidratación y nutrición que nos aplicamos y así trabajarán eficazmente en nuestra piel dando mejores resultados.
2. Exfoliación
Al hablar de exfoliación, nos referimos al proceso natural de renovación celular de la piel mediante la eliminación de las células muertas de la epidermis, que durante la infancia y la juventud se realiza cada 28 días, pero conforme avanzan los años, este proceso se prolonga cada 45 días o más. Y para mantener una piel suave, luminosa, de color y textura uniforme, es recomendable usar productos cosméticos exfoliantes, ya sean mecánicos (donde se hace un suave masaje de arrastre) o químicos (donde se emplean ácidos como el mandélico, láctico, glicólico, etc.) Gracias a la exfoliación se realiza una limpieza profunda y nuestra piel se vuelve más permeable para los productos tópicos como serums, cremas hidratantes, tónicos, etc. Es recomendable que las pieles maduras se exfolien cada tres semanas, mientras las pieles grasas y mixtas una vez por semana y las pieles secas y sensibles cada quince días. También debes tomar en cuenta los ingredientes que contenga el exfoliante que vaya de acuerdo a tu tipo de piel, hay con aceites vegetales o de semilla orgánicos y otros con activos libres de aceites como aloe vera. El cepillado en seco aplica como exfoliación y sirve para estimular nuestro drenaje linfático, es fácil hacerlo, es dar un suave masaje circular de abajo hacia arriba con un cepillo de cerdas naturales antes de bañarnos. ¡Ojo! Usarlo solo en el cuerpo.
Recuerda que un dermatólogo podrá evaluar tu tipo de piel y recomendarte el mejor exfoliante que vaya mejor de acuerdo a tu condición de piel.
3. Mascarillas purificantes con algas marinas.
Un plus que le puedes dar a tu rostro, es aplicarte mascarillas purificantes una vez por semana con ingredientes clave como las algas marinas. Un estudio realizado por el Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling en Escocia, arrojó como resultado que los ácidos grasos que contienen las algas ayudan a prevenir el crecimiento y acumulación de bacterias en la piel, causante de muchas enfermedades de la piel, como el acné. El peróxido de benzoílo y ácido salicílico presentes en las algas tienen cualidades depurativas o purificadoras, lo que renueva las células de la piel y ayudan a retrasar la aparición de manchas y arrugas, explican los investigadores. Su alto contenido de oligoelementos, aminoácidos, proteínas, minerales y vitaminas, las algas marinas son excelentes para eliminar toxinas acumuladas y dañinas para la piel. Se han realizado pruebas con extractos de Laminaria digitata, Himanthalia elongata, Fucus vesiculosus, F. serratus y Ascophyllum nodosum, relacionados con captación de radicales libres, para determinar su actividad antioxidante; además mostraron sinergia con la vitamina E que indica una gran capacidad oxidativa. Nuestra mascarilla en polvo de algas marinas orgánica es una excelente opción para ayudar a desintoxicar tu piel y mantenerla radiante. Recuerda que antes de aplicar cualquier mascarilla, tu piel debe estar limpia y después de haberla retirado, aplicar tu suero y/o crema hidratante rico en antioxidantes y por favor… no maquillarte. Así que aplícala antes de dormir o en un día de descanso donde no tengas que maquillarte o salir.
4. Cosméticos ricos en antioxidantes
Todo lo que aplicamos en nuestra piel, esta la absorbe de inmediato. Además de una sana alimentación, los sueros y cremas que te pongas cada día, deben de tener la mayor concentración de antioxidantes como la vitamina C y E, té verde o té negro, betacarotenos, resveratrol, polifenoles, ácidos grasos, omegas, escualano vegetal, entre otros. Una buena opción es el uso de sueros hechos a base de aceites de semilla orgánicos como el de argán, camelia, rosa mosqueta o jojoba.
Puedes utilizar nuestro Elixir Facial cada noche, ya que contienen los maravillosos ingredientes de rosa mosqueta, argán, camelia, incienso, jazmín, lavanda y geranio.
5. Alimentación
Opta por consumir el mayor número de frutas y verduras orgánicas, así evitarás residuos tóxicos procedentes de químicos, pesticidas, fertilizantes o aditivos sintéticos. De acuerdo a un estudio realizado por The Organic Center, los alimentos orgánicos presentaron un mayor número de polifenoles, flavonoides y antioxidantes, estas sustancias son las encargadas de combatir los efectos de los radicales libres que repercuten directamente en las células.
6. Hidratación
Beber agua nos ayuda a depurar nuestro organismo y nuestra piel. Al respirar, sudar e ir al baño perdemos agua, así que debemos reponerla para que nuestro cuerpo funcione bien. La National Academies of Sciences, Engineering and Medicine (Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina) determinaron que el consumo diario adecuado de líquido es: 3.7 litros por día para los hombres y 2.7 litros por día para las mujeres. Estas recomendaciones incluyen los líquidos provenientes del agua, las bebidas y los alimentos. Aproximadamente el 20% del consumo diario de líquido suele provenir de los alimentos y el resto de las bebidas. Las infusiones como el té verde, cola de caballo y diente de león, ayudan a desintoxicar tu cuerpo.
7. Uso de protección solar
Estemos en la playa o no, esté nublado o no, estemos en la calle o en la casa u oficina, debemos aplicarnos todos los días protector solar UVA / UVB con un FPS de +50 y reaplicarlo cada dos horas si estamos en el exterior o cada cuatro horas si estamos en el interior.
8. Hacer ejercicio
Al ejercitarnos por lo menos 30 minutos al día, ayudará a nuestro cuerpo a liberar toxinas y sustancias que el cuerpo no necesita, dando como resultado una piel más sana. Recuerda que la salud del cuerpo se refleja en la piel.
9. Dormir bien
La piel al igual que nuestro organismo necesita descansar para funcionar correctamente. Durante la noche nuestra piel se renueva y se beneficia porque no está expuesta a la luz del sol, la contaminación y las temperaturas extremas. Cuando dormimos, la piel se recupera de todos los traumas que sufre durante el día. Entre las 11:00 p.m. y 4:00 a.m. se eliminan las toxinas acumuladas durante el día, se intensifica la regeneración de la dermis para la producción de colágeno y elastina. Siempre hay que irnos a la cama con el rostro limpio e hidratado. Si dormimos entre 7 y 8 horas cada noche, nuestra piel se verá más bella, fresca y luminosa, pero sobre todo nuestro organismo estará más sano. Para aprovechar al máximo tu rutina de belleza, te aconsejamos dormir con una funda de seda para almohada, ¿ya conoces las nuestras?
Cuida tu piel y pon en práctica estos hábitos y dentro de poco verás los resultados, recuerda que no existen las cremas o tratamientos mágicos, todo es constancia, paciencia y hábitos saludables.
Hasta la próxima… Y recuerda ¡Despierta tu belleza natural!
Referencias:
Germaine-de-capuccini.com
Enviraiot.es
Biblioteca.cicimar.ipn.mx
Organic-center.org
Mayoclinic.org
Martiderm.es