¿Qué debo hacer para mantener mi piel hidratada?

¡Los días de calor están a todo lo que da! Las altas temperaturas hacen que nuestra piel “tenga sed” y en este tiempo pasamos más tiempo al aire libre, por eso debemos extremar su cuidado. Sigue  los siguientes consejos para que puedas mantener tu piel hidratada en esta y todas las estaciones del año:

Beber agua.

Tomar agua es imprescindible para nuestro cuerpo, porque le permite realizar la gran mayoría de sus funciones vitales. Es uno de los principales combustibles del cuerpo humano; de hecho, no podemos vivir más de tres o cuatro días sin beber agua porque el cuerpo necesita hidratación constante.  Es recomendable beber 2 litros de agua al día, pero para ser más exactos en los cálculos de acuerdo a la edad, sexo y masa corporal, lo ideal es que un nutriólogo o un especialista en la salud te asesore.

Si deseas mantener una piel más flexible, firme y elástica, es fundamental hidratarte desde adentro.

Evita baños prolongados y con agua caliente.

Nuestro baño no debe durar más de 15 o 10 minutos. Si permaneces más tiempo, tu piel se deshidratará y si le sumas agua caliente ¡peor aún! El agua demasiado caliente provoca una dilatación de los capilares de la dermis que favorece la eliminación transepidérmica de agua secando la piel, es decir, la deshidrata y pierde sus lípidos, provocando envejecimiento prematuro, sequedad cutánea, aumento de picor e incluso la aparición de dermatitis.  La temperatura del agua debe ser tibia a fresca. Nuestra piel no está diseñada para soportar temperaturas extremas.

Jabón ¿Sí o no?

La limpieza es fundamental para mantener una piel sana y como cada persona tiene un tipo y condición de piel diferente, es importante que busques un producto que sea acorde a tus necesidades. Para el rostro utiliza dermolimpiadores  o productos libres de sulfatos y/o jabón, cuida que tengan el pH adecuado para tu rostro y si es mejor libres de fragancias sintéticas, ya que estas causan alergias. Para el cuerpo utiliza opciones naturales o aceites de ducha, ya que aportarán nutrientes y una verdadera hidratación. Siempre revisa las etiquetas de sus ingredientes, así sabrás lo que te estás aplicando. 

Tónico facial hidratante.

La principal función de un tónico facial  hidratante es que los activos de tu suero y/o crema penetren en tu piel con mayor facilidad, además de hidratar y regular el pH de  tu piel después del baño o de la limpieza facial. Cuida que contenga ingredientes nutritivos para tu piel y que sean libres de alcohol, porque este podría resecarlo. En Mohini contamos con tónicos faciales hidratantes formulados para cada tipo de piel a base de hidrolatos.

Suero y crema facial.

Elige el producto adecuado a tu tipo y condición de piel. Todas las pieles necesitan hidratación a través de sueros y/o cremas faciales, recuerda que al leer las etiquetas de sus ingredientes te podrás dar cuenta el que mejor te convenga, porque los componentes que contengan determinarán su potencia hidratante. Hay ingredientes que captan agua del exterior como el sorbitol, la glicerina, la urea, ácido hialurónico o los alfa hidroxiácidos, mientras que otros previenen la pérdida de agua y son emolientes, que restauran el espacio entre las células del estrato córneo (la capa más externa de la piel) como los ácidos grasos presentes en aceites de semilla y/o vegetales como el argán, rosa mosqueta, camelia, jojoba, oliva, chabacano, brócoli, entre otros  o bien mantecas vegetales como el cacao, mango y/o karité.

 Te aconsejamos que no incluyas productos que contengan aceite mineral, porque a la larga obstruye los poros de tu piel, ya que es un derivado del petróleo. Busca opciones naturales y orgánicas. En Mohini tenemos diferentes productos hechos con ingredientes orgánicos cargados de antioxidantes pensados para cada necesidad de piel.

Crema corporal… ¡Sí o sí!

Aplicar una crema corporal es un ritual que debemos seguir todos los días. El mejor momento para hacerlo es después de bañarnos, cuando aún la piel está un poco húmeda, ya que favorecerá una mayor retención de agua y al tener el poro más “abierto”, el producto penetra mejor.  En pocas palabras el uso de crema corporal después de bañarnos, ayuda a sellar la hidratación.

Si tienes la piel demasiado seca, te aconsejamos el uso de mantequillas o mantecas y/o bálsamos corporales, ya que son un concentrado de mantecas vegetales ricas en vitaminas y antioxidantes. En Mohini tenemos nutritivas mantequillas corporales de rosas, lavanda y vainilla.

Exfoliación.

La renovación celular y la descamación también se ralentizan con el paso de los años, lo cual provoca un aspecto más seco y que comience a aparecer arrugas. Por eso, la exfoliación no debe faltar en tu rutina de belleza porque  ayuda a eliminar las células muertas e impurezas que se acumulan en la superficie de la piel. Al exfoliar, logramos mejorar la oxigenación, el nacimiento de nuevas células y la formación de colágeno, mejora la humectación de la piel gracias a que logra captar de forma más eficiente el agua del exterior y la piel se vuelve más receptiva a los tratamientos cosméticos que nos apliquemos. Te aconsejamos exfoliarte una vez por semana o si eres de piel demasiado sensible cada 15 o 20 días.

Cuida tu alimentación.

Una piel sana, hidratada, firme y con menos arrugas, se construye desde el interior con la alimentación. Al comer una dieta equilibrada y variada en proteínas, vitaminas y ácidos grasos, nos da la capacidad de formar nuevas células y mantener nutrida nuestra piel. Consume alimentos ricos en vitaminas A, C, D y E, omegas, minerales como calcio, hierro, magnesio, y zinc; los puedes encontrar en el cacao, salmón, avena, naranja, kiwi, camu camu, frutos rojos,  espinacas, brócoli, zanahoria, betabel, nueces, almendras, entre otros. Los alimentos ricos en agua como el pepino, apio, chayote, melón, sandía, aportarán mayor hidratación a tu piel. Te aconsejamos incluir a tu dieta un buen colágeno hidrolizado y si es de procedencia orgánica mejor. Recuerda siempre acudir a un nutriólogo o especialista para que te haga un plan alimenticio a tu medida.

Evita el alcohol y el cigarro.

Fumar acelera el proceso de envejecimiento normal de la piel, lo que contribuye a la formación de arrugas, patas de gallo, líneas pronunciadas entre las cejas, un cutis desparejo, un tono grisáceo, surcos profundos e hinchazón debajo de los ojos, arrugas alrededor de la boca y labios más finos. Esto sucede porque la nicotina hace que los vasos sanguíneos se hagan más delgados o pequeños, lo que reduce el flujo de oxígeno y de los nutrientes a las células de la piel, mientras el calor y el humo no inhalado pueden secar y dañar la superficie de la piel.

El abuso en el consumo de alcohol es uno de los principales motivos de problemas en la piel, ya que no solo se manifiestan en las ojeras del día siguiente, sino en algunos daños que pueden aparecer como granos protuberantes, disminución en los niveles de oxígeno en sangre y por lo tanto baja notablemente  la producción de colágeno, lo cual se evidencia en que la piel  pierde brillo, elasticidad y firmeza. Además las bebidas alcohólicas reducen los niveles de vitamina A en el cuerpo, de tal manera que a algunos problemas de sequedad y descamaciones sigue el envejecimiento prematuro de la piel. Otro punto a considerar es que el alcohol obliga a nuestro hígado a trabajar el doble para liberar toxinas. Cuando ese proceso no se da naturalmente, la acumulación de grasa puede producir acné o empeorarlo considerablemente.  Así que antes de tomarte el siguiente cóctel, recuerda el daño que le estás haciendo a tu piel a la larga.

Usar protección solar.

La piel utiliza la luz solar para ayudar a fabricar la vitamina D, la cual es importante para la formación normal de los huesos. Pero  los rayos ultravioleta pueden ser muy perjudiciales. En la capa epidérmica o exterior de la piel hay células que contienen el pigmento llamado melanina. La melanina protege la piel de los rayos ultravioleta del sol, los cuales pueden quemar la piel y con el tiempo reducen su elasticidad y causar que una persona envejezca prematuramente. La exposición prologada sin protección a los rayos UVA y UVB, puede causar eritema solar, envejecimiento cutáneo prematuro, daño ocular, debilitamiento del sistema inmunitario, reacciones fotoalérgicas y fototóxicas e incluso cáncer de piel. La aceleración en el envejecimiento de la piel es provocado por el deterioro del colágeno y de la elastina que lleva a la aparición de manchas, arrugas y flacidez en la piel. Uno de los mejores tratamientos de prevención es el uso de protección solar, de preferencia FPS 50+, aplicarlo 30 minutos antes de la exposición solar y reaplicarlo cada dos horas o bien, después de sudar, nadar o secarse con la toalla. Te recomendamos el uso de sombreros, gorra, lentes  y ropa de algodón. Es imprescindible el uso de protección y/o bloqueador solar todos los días, no importa si está nublado, si es invierno o si estás en el interior, hazlo parte de tu rutina diaria de belleza.

Dormir bien.

Según la Organización Mundial de la Salud, debemos dormir entre 7 y 8 horas cada día. Cuando tenemos un sueño reparador obtenemos grandes beneficios para nuestra piel, porque durante la noche nuestras células se regeneran ya que el ritmo regenerativo aumenta entre las once de la noche y las cuatro de la madrugada. También conseguimos un cutis más limpio y con menos impurezas, porque mientras dormimos, el cuerpo elimina toxinas. Durante el sueño se produce colágeno y elastina, estas dos sustancias segregan la hormona del crecimiento mientras dormimos y mejora la firmeza, la elasticidad y luminosidad de nuestra piel. Respeta tus horas de sueño y si batallas para conciliarlo, te aconsejamos crear una rutina de relajación, como apagar pantallas, encender velas aromáticas o un difusor de aceites esenciales, bajar la temperatura de tu habitación o que esté ventilada, darte un baño o bien hacer el hábito de meditar antes de dormir.

Funda de seda para almohada.

Además de un sueño reparador, si le sumas dormir con una funda de seda para almohada, estarás previniendo líneas de expresión mientras duermes. La seda es una tela super suave que se desliza en el piel, no crea fricción como lo hace el algodón y se amolda a la musculatura facial. Otro beneficio de dormir con una funda de seda es que la piel se mantiene hidrata, porque no absorbe la humedad de tu rostro, en cambio el algodón sí lo hace, así estarás aprovechando todo tus productos de skincare, porque no se quedará en tu almohada, sino en tu piel. Además la seda es hipoalergénica, como no absorbe humedad, no se generan en ella bacterias, recuerda que debes lavarla aunque sea dos veces por semana. También tu cabello se beneficia de la funda de seda, porque no se fricciona y no se rompe la fibra capilar y evitas el frizz. ¿Qué esperas? Corre por tu funda de seda y aún más si tienes piel sensible, seca, con rosácea o acné, tu piel te lo agradecerá. En Mohini tenemos fundas de seda en dos versiones, tamaño estándar y king size, puedes adquirirla en nuestra tienda en línea.

Recuerda que la piel deshidratada es uno de los motivos principales del envejecimiento prematuro. Al debilitarse la piel, esta se seca y pierde colágeno, lo que acelera el proceso de envejecimiento, pero la buena noticia es que lo puedes evitar o pausar llevando a cabo los consejos anteriormente explicados y verás los resultados con el tiempo, recuerda que una piel sana e hidratada se construye día a día gracias a nuestros buenos hábitos y estilo de vida.

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¡Despierta tu belleza natural!

Foto de Cottonbro en Pexels.

Fuentes:

www.fundacionaquae.org

www.centrum.com.mx

www.mayoclinic.org

www.openderma.com

www.medlineplus.gov

www.neurofisiocantabria.com

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